La Organización Mundial de la Saluda (OMS) define la adherencia al tratamiento como «el cumplimiento del mismo; es decir, tomar la medicación de acuerdo con la dosificación del programa prescrito y la persistencia, tomar la medicación a lo largo del tiempo«.
La adherencia al medicamento no es la única importante, la adherencia del paciente a una alimentación responsable, a un ejercicio físico, fisioterapia y rehabilitación, son igual de necesarias. No se trata solo de tomar medicación, la persona con enfermedad crónica debe englobar todos estos factores si quiere lograr una mayor calidad de vida.
Sin duda, la medicación es un elemento fundamental para evitar recaidas. Cualquier esfuerzo que se haga en aumentar los niveles de adherencia a los tratamientos es esencial para el paciente crónico. También, unas correctas pautas alimentarias son cruciales. Tenemos la gran suerte de vivir en un país lleno de alimentos increíbes, la dieta mediterránea es sin duda. la mejor.
Con respecto al ejercicio físico, es fundamental su realización de manera diaria, a la dosis que sea, pero diariamente. Es mejor realizar poco ejercicio diario, que realizar mucho, cansarnos y abandonar. Este área esta muy relacionada también con la fisioterapia, ya que nos ayudará a corregir posturas, incluir tablas de ejercicios e incluso pautas/sesiones de rehabilitación. Sabemos que la enfermedad no se cura pero se puede rehabilitar y con ello, mejorar la calidad de vida.
Desgraciadamente estamos acostumbrados a que la rehabilitación se inicia en el hospital y al cabo del tiempo, la persona vuelve a su domicilio y la recuperación se termina. Lo más importante es que la rehabilitación debe ser integral, es decir, que incluya rehabilitación alimentaria, rehabilitación física y por supuesto, rehabilitación mental.
Un equilibrio entre todas ellas, nos permitira tener una mejora en la calidad de vida.
Nora Vecino. Psicóloga